A medida que aumenta el número de enfermos y muertos, los médicos descubren que la covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, es mucho más compleja de lo que se pensaba inicialmente.

La enfermedad puede afectar no solo el sistema respiratorio de los pacientes sino a órganos como el hígado, los riñones, los intestinos, el corazón y el cerebro.
Una de las complicaciones más preocupantes es la inusual formación de coágulos sanguíneos en muchos pacientes con covid-19, incluso aquellos que estaban recibiendo anticoagulantes.
Estos coágulos pueden llegar a órganos como el pulmón, el corazón o el cerebro, y causar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ACV), con consecuencias fatales.
Hace unos días, los médicos de la cadena hospitalaria Monte Sinaí en Nueva York publicaron estudios que sugieren que los coágulos, especialmente en los pulmones, juegan un papel importante en los casos más graves de covid-19.